VUELVE OTRA VEZ, AMOR MÍO
Vuelve otra vez a darme por detrás,
para sentir ese inefable bien
de verme plenamente en el Edén
merced a este cariño que me das.
Golpea con tu erótico compás,
aprésame con tu feroz vaivén,
hazme sentir la reina de tu harén
que permanentemente pide más.
Vuelve otra vez a darme, amor, así,
danzando en mis entrañas con pasión,
derramando tu miel con frenesí
lo mismo que una física oración,
y expresando en el templo que hay en mí
toda la fe de tu penetración.
Jessy
Páginas
La Reina de las Putas
¡PENÉTRAME!
Penétrame de nuevo con la joya
que luce esplendorosa entre tus piernas
y llena por completo mis cavernas
sedientas de tu polla.
Pon en mi boca el cetro soberano
y deja que me aplique diligente,
quiero comerme ese manjar ardientes
antes que me lo pongas en el ano.
Me encanta tu semblante placentero...
Disfruto al contemplar como disfrutas...
¡Por ti seré la Reina de las Putas
luciendo tu estandarte en mi trasero!
Jessy
Penétrame de nuevo con la joya
que luce esplendorosa entre tus piernas
y llena por completo mis cavernas
sedientas de tu polla.
Pon en mi boca el cetro soberano
y deja que me aplique diligente,
quiero comerme ese manjar ardientes
antes que me lo pongas en el ano.
Me encanta tu semblante placentero...
Disfruto al contemplar como disfrutas...
¡Por ti seré la Reina de las Putas
luciendo tu estandarte en mi trasero!
Jessy
Al Rojo Vivo en la Secta
AL ROJO VIVO EN LA SECTA
Me llamaron al orden en la asamblea
por mis versos profanos e indecorosos,
y una anciana -por cierto, bastante fea-
los tachó de perversos y de asquerosos.
Compungida ante todos bajé la frente,
encogida en la silla y avergonzada,
al sentirme tan zorra y tan indecente
y al saber que merezco ser castigada.
Un maestro maduro -aunque guapote-,
recto, firme, inflexible, pero un bombón,
afirmo que merezco más de un azote
que me hiciera recuperar la razón.
Me llevó hasta otro cuarto, sin más testigo
que su fusta larguísima y redentora,
y en mi culo desnudo dejó el castigo
que merece esta perra tan pecadora.
Me agarré la faldita por la cintura,
me quité las braguitas, abrí mis piernas,
y sentí, sollozando, su fusta dura
golpeando impasible mis carnes tiernas.
¡Ojalá Dios acepte este correctivo
que ha dejado mis nalgas al rojo vivo!
Jessy
Me llamaron al orden en la asamblea
por mis versos profanos e indecorosos,
y una anciana -por cierto, bastante fea-
los tachó de perversos y de asquerosos.
Compungida ante todos bajé la frente,
encogida en la silla y avergonzada,
al sentirme tan zorra y tan indecente
y al saber que merezco ser castigada.
Un maestro maduro -aunque guapote-,
recto, firme, inflexible, pero un bombón,
afirmo que merezco más de un azote
que me hiciera recuperar la razón.
Me llevó hasta otro cuarto, sin más testigo
que su fusta larguísima y redentora,
y en mi culo desnudo dejó el castigo
que merece esta perra tan pecadora.
Me agarré la faldita por la cintura,
me quité las braguitas, abrí mis piernas,
y sentí, sollozando, su fusta dura
golpeando impasible mis carnes tiernas.
¡Ojalá Dios acepte este correctivo
que ha dejado mis nalgas al rojo vivo!
Jessy
Desnuda para Ti
DESNUDA PARA TI
Ven, extraño, contémplame desnuda,
¿no te agradan mis curvas peligrosas
y mi carne de suave tesitura
que está pidiendo a gritos una polla?
Tócame, forastero, pon tus manos
de macho hambriento en mis enormes tetas,
deja en ellas caricias y bocados
en sus pezones rojos con violencia.
Contémplame desnuda y excitada,
¿te gusta este jardín de terciopelo
con su cueva caliente que te aguarda
para que te la folles por completo?
Ven, cariño, y acércate a mi coño
delicado y estrecho, pon tu boca
en mi húmeda rajita y lame un poco
y prepáralo bien para tu polla.
Y mis nalgas, ¿te gustan, vida mía?
¿Te excita este trasero tan enorme?
¿Qué tal si con tus manos lo castigas
y dejas en mi culo unos azotes?
Soy tu puta, separa bien mis piernas
y empújame con fuerza a la pared,
y con pasión salvaje, con violencia,
¡con tu polla sabrosa folla-me!
Jessy
Ven, extraño, contémplame desnuda,
¿no te agradan mis curvas peligrosas
y mi carne de suave tesitura
que está pidiendo a gritos una polla?
Tócame, forastero, pon tus manos
de macho hambriento en mis enormes tetas,
deja en ellas caricias y bocados
en sus pezones rojos con violencia.
Contémplame desnuda y excitada,
¿te gusta este jardín de terciopelo
con su cueva caliente que te aguarda
para que te la folles por completo?
Ven, cariño, y acércate a mi coño
delicado y estrecho, pon tu boca
en mi húmeda rajita y lame un poco
y prepáralo bien para tu polla.
Y mis nalgas, ¿te gustan, vida mía?
¿Te excita este trasero tan enorme?
¿Qué tal si con tus manos lo castigas
y dejas en mi culo unos azotes?
Soy tu puta, separa bien mis piernas
y empújame con fuerza a la pared,
y con pasión salvaje, con violencia,
¡con tu polla sabrosa folla-me!
Jessy
Mis Nuevas Tetas
MIS NUEVAS TETAS
Estoy feliz con estas nuevas tetas
y me miro al espejo complaciente;
me excitas si acercándote caliente
pegándote a mi espalda las sujetas.
Me encanta cuando atrapas mis pezones
entre tus dedos bruscos y traviesos,
los llenas de caricias y apretones
dejándome en el hombro un mar de besos.
Me vas abriendo, amor, con disimulo,
fijando la postura que conviene,
y entonces, tras humedecerme el culo,
introduces en él tu hermoso pene.
¡Ay, Señor, qué alegría que me metas
toda esa maravilla por mi gruta,
mientras castigas mis enormes tetas
haciéndome sentir como una puta!
Jessy
Estoy feliz con estas nuevas tetas
y me miro al espejo complaciente;
me excitas si acercándote caliente
pegándote a mi espalda las sujetas.
Me encanta cuando atrapas mis pezones
entre tus dedos bruscos y traviesos,
los llenas de caricias y apretones
dejándome en el hombro un mar de besos.
Me vas abriendo, amor, con disimulo,
fijando la postura que conviene,
y entonces, tras humedecerme el culo,
introduces en él tu hermoso pene.
¡Ay, Señor, qué alegría que me metas
toda esa maravilla por mi gruta,
mientras castigas mis enormes tetas
haciéndome sentir como una puta!
Jessy
La Lluvia
LA LLUVIA
Me sorprendió la lluvia por la calle
y me dejó empapado el vestidito,
tan sexy, lindo, corto y ceñidito
que me transparentaba todo el talle.
Un joven resguardado en un portal
me dijo: "lo mejor es que te metas
aquí conmigo", y con mi par de tetas
corrí a buscar calor junto al chaval.
"Más vale que te quites esa ropa",
me dijo el buen muchacho decidido,
y echando al suelo el húmedo vestido,
y más húmeda yo, me puso en popa.
El cuerpo me secó mi amor bisoño
vistiéndome con sus caricias tiernas,
y golpeando fuerte entre mis piernas
llenó de fuego cálido mi coño...
Tan sólo recordarlo ya me lleva
al éxtasis carnal que me perturba,
y en tanto que mi mano me masturba
espero ansiosa que de nuevo llueva.
Jessy
Me sorprendió la lluvia por la calle
y me dejó empapado el vestidito,
tan sexy, lindo, corto y ceñidito
que me transparentaba todo el talle.
Un joven resguardado en un portal
me dijo: "lo mejor es que te metas
aquí conmigo", y con mi par de tetas
corrí a buscar calor junto al chaval.
"Más vale que te quites esa ropa",
me dijo el buen muchacho decidido,
y echando al suelo el húmedo vestido,
y más húmeda yo, me puso en popa.
El cuerpo me secó mi amor bisoño
vistiéndome con sus caricias tiernas,
y golpeando fuerte entre mis piernas
llenó de fuego cálido mi coño...
Tan sólo recordarlo ya me lleva
al éxtasis carnal que me perturba,
y en tanto que mi mano me masturba
espero ansiosa que de nuevo llueva.
Jessy
En el Metro
EN EL METRO
¡Señor, cómo estaba el metro
al volver de la oficina!
¡Todos tan apretujados
que no me sorprendería
si alguno le da un soponcio
o se muere de la asfixia!
Menos mal que un caballero
me hizo hueco en una esquina,
quedando con el detrás
y enfrente una ventanilla.
Ese chacachá del metro,
la verdad, siempre me excita,
y hoy debajo de la falda
no me puse las braguitas.
Algo sentí por detrás,
pues mi ropa era muy fina,
la falda bastante corta
y la blusita ceñida;
era un bulto misterioso
que me hacía cosquillitas
justo alrededor del ano
y me llenó de alegrías.
Con cuidado y disimulo
me eché la falda arribita
poniendo en ese orificio
un poco de salivita;
mi caballero ya estaba
con su joya endurecida,
y yo separé mis nalgas,
aguanté la falda arriba,
y contenta me dispuse
a darle la bienvenida
al húmedo visitante
que allí me penetraría.
Para ayudarle en su entrada
puse mucha más saliva,
y así se fue abriendo paso
esa prenda de su hombría
por mi culo exhuberante
que gozoso la acogía.
Allí, mientras penetraba,
me dejaba mil caricias
en mi vientre acalorado,
mis ubres endurecidas
y mis piernas que al compás
de sus golpes se movían...
Y luego empecé a gemir
como jamás en la vida,
pues muy grande era el placer
que el momento me ofrecía.
Muchos hombres y mujeres
que todo lo percibían
comenzaron a increparme,
mas yo no les atendía;
seguí gozando de aquella
tan maravillosa dicha
de sentir aquella joya
golpeando detrás mía.
Finalmente nos corrimos
llegando la despedida,
y yo, muy avergonzada,
bajé del metro deprisa...
¡Ay, Señor, cuántas sorpresas
a veces tiene la vida!
Jessy
¡Señor, cómo estaba el metro
al volver de la oficina!
¡Todos tan apretujados
que no me sorprendería
si alguno le da un soponcio
o se muere de la asfixia!
Menos mal que un caballero
me hizo hueco en una esquina,
quedando con el detrás
y enfrente una ventanilla.
Ese chacachá del metro,
la verdad, siempre me excita,
y hoy debajo de la falda
no me puse las braguitas.
Algo sentí por detrás,
pues mi ropa era muy fina,
la falda bastante corta
y la blusita ceñida;
era un bulto misterioso
que me hacía cosquillitas
justo alrededor del ano
y me llenó de alegrías.
Con cuidado y disimulo
me eché la falda arribita
poniendo en ese orificio
un poco de salivita;
mi caballero ya estaba
con su joya endurecida,
y yo separé mis nalgas,
aguanté la falda arriba,
y contenta me dispuse
a darle la bienvenida
al húmedo visitante
que allí me penetraría.
Para ayudarle en su entrada
puse mucha más saliva,
y así se fue abriendo paso
esa prenda de su hombría
por mi culo exhuberante
que gozoso la acogía.
Allí, mientras penetraba,
me dejaba mil caricias
en mi vientre acalorado,
mis ubres endurecidas
y mis piernas que al compás
de sus golpes se movían...
Y luego empecé a gemir
como jamás en la vida,
pues muy grande era el placer
que el momento me ofrecía.
Muchos hombres y mujeres
que todo lo percibían
comenzaron a increparme,
mas yo no les atendía;
seguí gozando de aquella
tan maravillosa dicha
de sentir aquella joya
golpeando detrás mía.
Finalmente nos corrimos
llegando la despedida,
y yo, muy avergonzada,
bajé del metro deprisa...
¡Ay, Señor, cuántas sorpresas
a veces tiene la vida!
Jessy
Jugando con mi perrito
JUGANDO CON MI PERRITO
Jugaba con pasión con mi perrito,
que con su lengua fresca y juguetona
me empapaba de gozo los pezones
que se tornaban duros como rocas.
Poco a poco, mi amada criatura
trasladó sus caricias amorosas,
y abriéndome de piernas por completo
le ofrecí al animal mi flor hermosa.
¡Cuánto placer me dio su enorme lengua
danzando allí tan húmeda y tan loca
hasta hacerme estallar en las entrañas
los jugos que acababan en su boca!
Y mientras me chupaba mi perrito
tomando un pene rígido de goma
e impregnándolo bien de vaselina
lo introduje en el Templo de Sodoma.
¡Ay, Señor, esto sí es un paraíso!
¡Pasar así las horas y las horas
viendo jugar a mi perrito amado
en tanto gozo yo como una zorra!
Jessy
Jugaba con pasión con mi perrito,
que con su lengua fresca y juguetona
me empapaba de gozo los pezones
que se tornaban duros como rocas.
Poco a poco, mi amada criatura
trasladó sus caricias amorosas,
y abriéndome de piernas por completo
le ofrecí al animal mi flor hermosa.
¡Cuánto placer me dio su enorme lengua
danzando allí tan húmeda y tan loca
hasta hacerme estallar en las entrañas
los jugos que acababan en su boca!
Y mientras me chupaba mi perrito
tomando un pene rígido de goma
e impregnándolo bien de vaselina
lo introduje en el Templo de Sodoma.
¡Ay, Señor, esto sí es un paraíso!
¡Pasar así las horas y las horas
viendo jugar a mi perrito amado
en tanto gozo yo como una zorra!
Jessy
Vestida de Mantilla
VESTIDA DE MANTILLA
Igual que cada año, con mi mantilla,
salgo a hacer penitencia por mis pecados,
con mis altos tacones, faldita corta,
las estampadas medias y mi rosario.
Al mover mis caderas, todos me miran,
y yo bajo mis ojos, avergonzados,
y al escuchar piropos de tantos hombres
gozo al saberme un cuerpo tan deseado.
Aprovechando cierta larga parada,
tras recibir permiso del gran hermano,
me retiro al servicio de un restaurante,
pero, ¡qué mala suerte que está ocupado!
Iré al de caballeros, un momentito,
porque aunque me dé corte... ¡me estoy meando!
Allí, tras levantarme de la letrina,
observo que dos chicos se están besando...
Uno me guiña el ojo, tierno y coqueto,
y a unirme a sus caricias me está invitando...
Curiosa y sorprendida, me acerco un poco,
y al momento en mi cuerpo siento sus manos...
Con cariño y ternura, todas mis prendas
de mi cuerpo precioso van apartando,
mientras dejan caricias apasionadas
y enloquecidos besos en mis encantos...
Me quedo desnudita con la peineta
que mis niños fogosos han respetado...
¡Ay Señor! Les suplico que se apresuren
pues tal vez el cortejo ya esté avanzando;
así que sacan raudos sus herramientas
y una va a mi vagina y la otra al ano...
Yo me quedo callada, sin decir nada,
aunque sus lindos miembros de gran tamaño
con violencia penetren mis orificios
y hagan estremecerme de gozo y daño...
Los chicos, obedientes, se han dado prisa
y su líquido tibio ya me han dejado...
¡Me despido contenta que el sacrificio
haya vuelto felices a estos muchachos!
Jessy
Igual que cada año, con mi mantilla,
salgo a hacer penitencia por mis pecados,
con mis altos tacones, faldita corta,
las estampadas medias y mi rosario.
Al mover mis caderas, todos me miran,
y yo bajo mis ojos, avergonzados,
y al escuchar piropos de tantos hombres
gozo al saberme un cuerpo tan deseado.
Aprovechando cierta larga parada,
tras recibir permiso del gran hermano,
me retiro al servicio de un restaurante,
pero, ¡qué mala suerte que está ocupado!
Iré al de caballeros, un momentito,
porque aunque me dé corte... ¡me estoy meando!
Allí, tras levantarme de la letrina,
observo que dos chicos se están besando...
Uno me guiña el ojo, tierno y coqueto,
y a unirme a sus caricias me está invitando...
Curiosa y sorprendida, me acerco un poco,
y al momento en mi cuerpo siento sus manos...
Con cariño y ternura, todas mis prendas
de mi cuerpo precioso van apartando,
mientras dejan caricias apasionadas
y enloquecidos besos en mis encantos...
Me quedo desnudita con la peineta
que mis niños fogosos han respetado...
¡Ay Señor! Les suplico que se apresuren
pues tal vez el cortejo ya esté avanzando;
así que sacan raudos sus herramientas
y una va a mi vagina y la otra al ano...
Yo me quedo callada, sin decir nada,
aunque sus lindos miembros de gran tamaño
con violencia penetren mis orificios
y hagan estremecerme de gozo y daño...
Los chicos, obedientes, se han dado prisa
y su líquido tibio ya me han dejado...
¡Me despido contenta que el sacrificio
haya vuelto felices a estos muchachos!
Jessy
Las Montañas
LAS MONTAÑAS
Alpinista, ¿no has visto esas montañas
que no están ni en el Tibet ni en los Andes,
dos cálidos y generosos montes
que están aquí esperando tu viaje?
Alpinista, ¿no has visto las montañas
que esconden el escote de tu amante?
¿No subirás, viajero, con tu báculo
hasta estas cumbres para recrearte?
Jessy
Alpinista, ¿no has visto esas montañas
que no están ni en el Tibet ni en los Andes,
dos cálidos y generosos montes
que están aquí esperando tu viaje?
Alpinista, ¿no has visto las montañas
que esconden el escote de tu amante?
¿No subirás, viajero, con tu báculo
hasta estas cumbres para recrearte?
Jessy
Suscribirse a:
Entradas (Atom)