JUGANDO CON MI PERRITO
Jugaba con pasión con mi perrito,
que con su lengua fresca y juguetona
me empapaba de gozo los pezones
que se tornaban duros como rocas.
Poco a poco, mi amada criatura
trasladó sus caricias amorosas,
y abriéndome de piernas por completo
le ofrecí al animal mi flor hermosa.
¡Cuánto placer me dio su enorme lengua
danzando allí tan húmeda y tan loca
hasta hacerme estallar en las entrañas
los jugos que acababan en su boca!
Y mientras me chupaba mi perrito
tomando un pene rígido de goma
e impregnándolo bien de vaselina
lo introduje en el Templo de Sodoma.
¡Ay, Señor, esto sí es un paraíso!
¡Pasar así las horas y las horas
viendo jugar a mi perrito amado
en tanto gozo yo como una zorra!
Jessy
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