Páginas

La Santa Licencia

LA SANTA LICENCIA

He pedido a mi párroco licencia
para dejarlo bien rasuradito,
pues me pica y me pica el conejito,
y él me ha dicho que sí con inocencia.

Mas pidióme llevarlo a su presencia
una vez que lo tenga arregladito,
así que perfumado y bien bonito
con gusto lo llevé a su reverencia.

Me quité las braguitas separando
cuanto pude mis piernas y ofrendando
mi tesoro para la bendición.

Y el párroco, sacando su sagrado
bastón dejó mi espíritu extasiado
con su santísima penetración.

Jessy

No hay comentarios:

Publicar un comentario